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Repasa toda la historia de este maravilloso Belén en este blog. ¡Feliz Navidad!

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lunes, 3 de enero de 2011

¿Por qué el Belen de mi nieto es tan especial?




Este Belén, como tantos, es un Belén familiar, hecho por mi madre, Sagrario Abad Verdejo, para mi hijo José Antonio y cualquiera que lo visite durante estos días se dará cuenta del cariño que hay puesto en cada rincón del Belén, cariño sincero, propio de una abuela hacia su nieto. Eso lo hace el Belén más especial del mundo, no hay otro igual.

El Belén, que originalmente fue un juego Navideño para José Antonio, desde hace muy poco se ha convertido en un auténtico entretenimiento en el tiempo libre de mi madre y durante muchas noches, aunque si le preguntas a ella te dirá que lo ha hecho a ratos. Sagrario nunca antes había hecho manualidades de este tipo, no ha hecho cursos de Belenes, hasta ahora no conocía a otros Belenistas, su primer Belén lo hizo hace 7 años con un portal y figurillas del todo a cien y todo siempre en nuestro entorno familiar, nunca había montado un Belén fuera de nuestro hogar. Un librillo sobre la construcción de Belenes que José Antonio pidió para su abuela a los Reyes Magos el año pasado es toda su biblioteca de referencia. Es un Belén autodidacta, eso lo hace tan especial.

Es un Belén artesano, casas y complementos hechos a mano con materiales sencillos pero con toda la imaginación, no hay otra planificación en su construcción que la que tenga Sagrario en su cabeza, y eso es porque es el Belén de un hogar y los Belenes de un hogar se hacen con el corazón, no con un plano, eso lo hace tan especial.

Sus figuras son de origen variado, algunas están modeladas a mano por Sagrario, a la medida de las escenas del Belén, como la abuela Ramona que hemos visto en otras entradas, nunca antes Sagrario había modelado una figurilla; otras son regalos de amigos, sólo por eso están presentes, y otras son simplemente compradas en el todo a cien, porque en mi casa, mi hijo siempre ha jugado con las figuritas del Belén, y como cualquier niño, no se resiste a que Baltasar persiga a las ovejas o que los ángeles vuelen rasantes por el río. No, no son figuras de Lladró o de un escultor belenista prestigioso. Esas valiosas figuras son para los Belenes Monumentales, obras de arte que nuestro Belén no es, y eso le hace tan especial.

Es un Belén para disfrutar, se puede ver y jugar con él desde todos los ángulos, puedes asomar la cabeza en las calles de atrás, los patios... las figurillas siempre han podido hacer emboscadas en ellas o jugar al escondite detrás de una esquina, porque las casas no son de atrezzo como en las películas. No, este Belén no es un Belén lineal, no se ve de frente, no necesita profundidad porque es profundo, no tiene niveles porque la meseta es llana, es simplemente distinto, eso lo hace tan especial.

Es un Belén vivo, las figuras solo se mueven cuando mi hijo alineaba las ovejas en columna de a dos o decidía la hora de cierre del mercado y todos a casa a dormir. No hay ningún mecanismo repetitivo que haga que el carpintero sierre infinitamente un leño o que el alfarero nunca acabe esa vasija que no para de girar como una peonza vertiginosa, no es un Belén donde todos mueren al bajar el interruptor. Este Belén se apagaba cuando mi hijo dejaba de jugar con él. La vida de el Belén de mi nieto está en un niño y en los detalles que lo inundan y sobre todo en las plantas, pero no en los vistosos árboles, sino en ese pequeño liquen que se acumula en el norte de los tejados, en las plantitas en los bordes de los caminos y en los brotes y flores que surgen allá donde mires. Como dice el Ángel Efiriel a Elisabeth en el cuento El misterio de Navidad,  "las flores forman parte de las maravillas celestiales extraviadas y caídas a la Tierra, pues en el cielo hay tantas maravillas que se propagan con facilidad". Este no es un Belen yermo, eso lo hace tan especial.

Este Belén no cumple con las reglas belenísticas sobre el planteamiento de las escenas, aquí no hay confusión: no hay Anunciación, no aparecen María y José duplicados en distintas escenas, no está el posadero y de Herodes no queremos ni oir hablar... Este Belén es el Belén de un niño, por eso la escena central es la permanente, la Sagrada Familia y los Reyes Magos llegando a adorar al Niño Jesús, con sus camellos y sus pajes, esa es la Navidad de un niño. El Niño Dios no está desnudo entre pajas, está en su cunita, arropado y calentito, como cualquier abuela quiere ver a su nieto, eso lo hace tan especial.



Es un Belén sencillo expuesto en un sitio sencillo y
sobretodo querido, donde nos han acogido de tal forma que sigue pareciendo que el Belén continúe en nuestro hogar... Manuel, Yolanda, Enrique, Carlos, Castellanos, Vicente, Mariano, Sera, Teresa y tantos otros... eso lo hace tan especial.

Y todo esto y más se ve reflejado en los mensajes que cientos de amigos, desconocidos y anónimos han dejado a Sagrario en el precioso Libro de Visitas, que mañana José Antonio regalará a su aya en la Fiesta de los Reyes Magos de la Peña Taurina. Eso también lo hace tan especial.

Disfrutad del Belén y de todos los demás de la ciudad, también son especiales.

sábado, 1 de enero de 2011

El Belén y el Campo

El Belén de mi nieto es un Belén rural, Sagrario lo ha ambientado en una pequeña villa castellana de antaño, donde lógicamente el medio de vida es el campo: el ganado y la tierra. Varias entradas de este espacio las hemos dedicado ya a los animales, ésta la dedicaremos a alguna de las escenas de campo que podemos encontrar en este Nacimiento.

Quizá la más simpática es la pequeña huerta con la que nos topamos al entrar en la Sala de Exposiciones de la Asociación Taurina Afición Vallisoletana. Zanahorias, tomates, calabazas, melones, calabacines... todos hechos artesanalmente uno uno por Sagrario, forman una graciosa escena en la que el campesino observa pausadamente el fruto de su penoso trabajo. Aun siendo la figurilla de "bajo coste", el encaje en la escena es perfecto.




En esta otra toma se puede ver el entorno de la huerta casi al completo, incluyendo el corral de los toros y las traseras de las casas.




Creo que además merece la pena fijarse en el detalle del carro al lado del almacenillo de paja para la cama del ganado, unas simples modificaciones en un carro sin especial gracia pueden hacer una escena de lo más realista, es una cuestión de imaginación...




Al otro lado del pueblo se encuentra otra escena de labradores, es la Era del Abuelo, en ella un almiar es el protagonista solitario al pié de la casa labriega.


Vista de la Era del Abuelo con su almiar y la casa labriega.


Esta casa con granero es nueva en el Belén, dado que el espacio disponible en la Sala de Exposiciones es mayor del que disponemos en nuestra casa, Sagrario decidió ampliar un poco el Belén este año en vistas a este montaje.


Detalle de la fachada anterior de la casa

Una de las características originales de el Belén de mi nieto que le diferencian de la gran mayoría de los Belenes es que el punto de vista del espectador es perimetral, lo que obliga a que las construcciones no sean de atrezzo, como en las películas, y que puedan ser vistas por todas sus caras y no de frente, por esta razón la gran mayoría de las casas presentan en su trasera un corral, a semejanza de las construcciones reales, donde se guardaban normalmente los animales. En esta foto se pueden ver los corrales, cerca de la Cueva de los Pastores.


Corrales del labrador

Muchos pequeños detalles más que aluden al campo se pueden encontrar por el Belén: herramientas, bestias, aperos, figurillas... dedícale tiempo y las irás encontrando, pero date prisa, que llegan los Reyes Magos y con ellos, lamentablemente, el final del Belén, por este año.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Bueyes y mulas, carros y carretas

Una mula cargó con María en cinta desde Nazareth a Belén, y junto con un buey, ambos acompañaron a José y María en el pesebre durante el alumbramiento del Niño Jesús, sólo por ello bueyes y mulas merecen su propia entrada en este espacio.

En la interpretación de el Belén de mi nieto ya no acompañan al Niño, pero han sido tan importantes en la Navidad y en la vida rural, que por ello ocupan su lugar propio allá donde mires dentro del Belén, junto con carros y carretas, compañeros de fatiga inseparables. Este binomio ha sido durante siglos la fuerza bruta que ha movido al mundo y así sigue siendo en muchas latitudes, donde no los han podido sustituir aún por caballos de vapor... aquí tenéis unos ejemplos de el Belén de mi nieto, ¡y no están todos!


El borriquillo mira la escena Familiar, 
pero ya desde fuera del portal.

Este pollino se encarga de acarrear leña.

El asno del gitano va de pueblo en pueblo con la chatarra.

©2010 Percy. Este caballo tira del carro del labrador.
Los "gigantes" son mi prima Yuyi y su hijo Pablo.

Este burro y este carro son del labrador, 
con él lleva el heno hasta la Era del Abuelo.

Platero descansa en el patio, 
mirando a su compañero de fatigas, el carro.


©2010 Percy. El aguador se ayuda de un buey y una mula. 

lunes, 27 de diciembre de 2010

Los pastores en el Belén, las edades del hombre

Como privilegiados que son en el acontecimiento de la Navidad, los pastores abundan en el Belén de mi nieto, que por otro lado es un nexo de unión entre la tierra de judea que vio nacer al Niño Dios y nuestra tierra castellana.

En la escena en la que Sagrario ha centrado el Belén, ya en la llegada de los Reyes Magos desde Oriente, los pastores ya han vuelto a sus obligaciones con los rebaños y han dejado en compañía del Niño unos corderos. Son tres las escenas de pastoreo que se pueden encontrar en el Belén de mi nieto.

Corderitos acompañando al Niño en el portal
La más bonita de las tres escenas pastoriles, y puramente castellana, es sin duda la que vimos en la Calle de las Abuelas, en la que el pastor, con su boina calada y acompañado de su fiel perro, es seguido por su rebaño a través del pueblo llegando a la Plaza Mayor.

No sólo es precioso el significado del pastor caminando firmemente entre las calles del pueblo seguido por sus ovejas, además de su significado cristiano, representa la plenitud de la vida, la belleza plástica de la imagen en el Belén es digna de volver a ser reproducida bajo estas líneas. Castilla en estado puro.

El pastor, seguido de sus ovejas, se dirige hacia el portal
Como ya he comentado en otras entradas, el pastor es obra de Sagrario y las ovejas artesanales, elaboradas en barro cocido pero con textura y tacto lanoso, son un regalo de nuestros queridos vecinos, Chema y Teresa.

La segunda escena es la del pastor en el Molino del Arcángel. Este pastor, ya anciano y rodeado de ruinas, observa cansinamente como su rebaño pasta los brotes cercanos al río. La escena representa la madurez del hombre, al final de su vida, al lado del viejo muro.


El anciano pastor con su rebaño bajo el Molino del Arcángel
La tercera y última escena pastoril representa la juventud de la vida, el pastorcillo sentado bajo un árbol es parte de una escena bucólica que deja entrever el pensamiento despreocupado de un niño con sus corderitos descansando junto a él.

Tercer pastor, con la mirada fija en el infinito
Lucas 8-12
8. Y había pastores en la misma tierra, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado.
9. Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor. 
10. Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 
11. Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. 
12. Y esto os será por señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, echado en un pesebre.


domingo, 26 de diciembre de 2010

Los peces en el río...

... pero mira como beben por ver a Dios nacido... Un Belén debe tener agua, el agua es vida. En el Belén de mi nieto la máxima expresión del agua la representa el río. Situado en el fondo del conjunto crea un remanso de paz apreciable al observarlo con detenimiento. El río nace de La Cueva de los Pastores, al pié de la montaña, y discurre paralela a ésta hasta desaparecer en El Molino del Arcángel. El cauce del río está sembrado de vegetación en la ribera y de plantas acuáticas, con mucho detalle, que unido a la técnica de Sagrario para la imitación de la corriente de agua y el fondo de guijarros hace de una escena de lo más real.


Vista del rio desde su nacimiento en la Cueva de los Pastores, el molino al fondo
El cauce del rio, entre la montaña y el pueblo hace que se desarrolle un paseo paralelo, el Camino del Río, a la sombra de una bonita arboleda que es salida de los corrales traseros.

Vista del Camino del Río y la arboleda desde el Molino

La principal escena que se plantea alrededor del río es la de las lavanderas, un grupito de mujeres que bajan cada mañana a lavar la ropa en el remanso al lado del molino, allí mismo tienden la ropa y la extienden en la pradera a blanquear al sol. Esta escena está formada por cuatro figurillas agachadas en el río, lavando sobre la tabla y una más colgando la ropa en un tendal. Todas las figurillas y accesorios están realizados artesanalmente por Sagrario, incluso la ropita, tendales, tablas....


Escena de las lavanderas faenando en el río

Se puede apreciar el detalle del fondo de guijarros y de la espuma producida por las lavanderas

Detalle de la mujer en el tendal, todo hecho completamente a mano por Sagrario

En la entrada sobre la Calle de las Abuelas también se puede ver una lavandera más, pero esta vez es una anciana, lavando en la pila al lado de su casa.

Además del río, en el pueblo se encuentra escondida la Fuente de la Navidad, que es aporte de agua a un pueblo que aún no dispone de agua corriente en sus hogares. Este elemento del Belén es una adaptación de una fuente comercial, de la cual prácticamente sólo se ha mantenido el sistema de bombeo y el caño, que ha sido adosado al corral de la casa del labrador. Esta fuentecilla con agua corriente natural aporta el susurro del agua al conjunto en el silencio de la sala, que es apreciable e invita a los visitantes a buscarla.

La Fuente de la Navidad, escondida y difícil de ver entre los tejados del pueblo

Si os fijáis en la visita, también se pueden encontrar otros detalles menores alrededor del agua, como la abundancia de calderos y de vasijas por todo el pueblo, o el burro con los cántaros al lado de la fuente, tan necesarios para acarrear el agua en un época donde el agua corriente no existía.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La Plaza Mayor II: el mercado

Además de los reales protagonistas del Belén, la Virgen María, San José y el Niño Jesús, una parte importante de los personajes de el Belén de mi nieto se encuentran en la escena de la Plaza Mayor: el mercado.

Una multitud de puestos multicolores alegran las vistas del Niño a la plaza, aunque quizá el bullicio y las voces de la verdulera anunciando su género no le dejen dormir mucho; a decir verdad, las amas de casa que acuden a mercado, están más pendientes del Recién Nacido que de las compras, así que no creo que gasten mucho hoy, hay cosas mucho importantes esta mañana... en ese mismo momento irrumpen en el mercado los tres Reyes Magos, recién llegados desde el lejano Oriente, que traen al Niño respeto, amor y también presentes: Melchor, oro, incienso Gaspar y Baltasar, mirra. Los pastores ya dejaron unos corderitos días atrás.

Los puestos del mercado son una representación de los puestos de cualquier mercado popular:

Vista general del mercado, delante del pesebre
Los cuatro puestos del mercado están hechos completamente a mano por Sagrario, desde los tenderetes y viandas puestas a la venta hasta los cacharros del alfarero. Esos mismos cacharros adornan también la pared de fondo del pesebre.

La hija del labrador pone a la venta todo tipo de legumbres, unos tomates y arroz; es una figurilla hecha por Sagrario, que ha vestido a la niña completamente de rojo ¿os recuerda a alguien?,  la verdulera, a su lado, además tiene patatas, sandías, melones, berenjenas, calabacines, calabazas, zanahorias...

Los productos de la tierra





El puesto de la panadera es el más alegre del plaza, al igual que su traje, muy floreado. Esta figurilla es obra de Pilar, escultora amiga de Sagrario. Este puestecillo lleno de panes de cuatro canteros y de cuadros, barras fabiolas, pastas y sobre todo rosquillas, hace que sea el más popular entre los niños del lugar.

La panadera
Y por último, el cacharrero. La figura no es original, pero el puesto y los cacharrillos de loza expuestos en él están hechos por Sagrario.

El cacharrero

Todos estos personajes, clientes y transeúntes que discurren por la Plaza Mayor, junto con la abundante vegetación del conjunto, son los que realmente dan esa vida al Belén que tanto aprecian todos los visitantes que estos días pasar a verlo.

¡SUERTE CON LA LOTERÍA DE NAVIDAD!



viernes, 17 de diciembre de 2010

El Belén y la Peña Afición Vallisoletana

Dicen que es de bien nacido ser agradecido, por eso Sagrario añadió este año a nuestro Belén familiar una nota taurina en el Belén como correspondencia a nuestros anfitriones, la Asociación Artístico Taurina "Afición Vallisoletana", más conocida como la Peña Afición Vallisoletana.

En primer plano del Belén, según se entra en la Sala de Exposiciones de la Sede Social de la Asociación,  podemos encontrar una escena taurina campestre, un pequeño recinto vallado con unos astados descansando tranquilamente bajo la sombra de los árboles cercanos. Esto por otro lado compensa la ausencia del buey junto al Niño en el pesebre, tan tradicional en todos los Belenes, pero que Sagrario no ha querido representar tal y como se explica en la entrada Lo más importante del Belén: el Pesebre.



Desde aquí queremos reiterar nuestro más sincero agradecimiento a la Peña Afición Vallisoletana, en especial al Dr. Manuel Grajal, Presidente de la misma, por poner a nuestra total disposición todos los recursos de la Asociación,  y al resto de los socios que han acompañado y tanto han alabado el trabajo de mi madre, Sagrario, durante el montaje. Muchas gracias y ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

jueves, 16 de diciembre de 2010

El montaje IV: las figuras

Con la ubicación de las figuras tanto humanas como animales, enseres y mobiliario Sagrario dio por finalizado el montaje del Belén el pasado 8 de diciembre.

La variedad de figurillas es muy amplia, hay de todo, desde figurillas compradas hasta algunas piezas hechas a mano por la propia Sagrario (os recuerdo que nunca antes había hecho ninguna manualidad de este tipo) e incluso algunas regaladas por amigos durante estos años.

Os recuerdo que este Belén era y es para un niño, por lo que las figuras son "jugables", las compradas no son de gran calidad, pero estás elegidas por la Yaya con esmero para formar parte del conjunto del Belén y cumplir siempre un cometido dentro del pueblo, ninguna figurilla es de relleno.

Las figurillas humanas más importantes a destacar, a mi entender, son las realizadas por mi madre, y son aquellas que desempeñan alguna labor especial, y que no son fáciles de encontrar en una tienda, digamos que estén hechas "a la medida del Belén".

Entre ellas yo destacaría al conjunto de lavanderas, un grupo de vecinas que se encuentra todas las mañanas en la orilla del río y después de lavar la ropa la cuelgan y extienden en las eras para que se seque, a mí me parece de lo más entrañable y es un recuerdo muy arraigado en la memoria de mi madre,


Hay un montón de figurillas más que me quedo con ganas de comentar, pero en otras entradas del blog iré detallando más el resto de escenas.

Entre las figuras animales yo destacaría el rebaño de ovejas de la Calle de la Abuela, este rebaño, capitaneado por un pastor hecho a mano por Sagrario y un perrillo, es un regalo muy especial de nuestros queridos vecinos Chema y Teresa. El rebaño está hecho artesanalmente con barro y es muy antiguo, a mi me parecen unas ovejas preciosas y el conjunto bajando por la calle, con las ovejas despistadas buscando hierbajos por las esquinas me parece que va a echar a andar de un momento a otro.


En el Belén de mi nieto hay decenas de animalillos, como los habría en el cajón de juguetes de cualquier niño, mas adelante entraré en detalle, que merece la pena.

En cuanto a herramientas, enseres y mobiliario, la variedad es tanta como los oficios tradicionales de cualquier pueblo y con la particularidad de que en este pueblo también existe mobiliario urbano, además de alguna casa amueblada por dentro y que es visitable... La casa del labrador es un buen ejemplo de herramientas de trabajo, la hoz, la horquilla, pala, rastrillo, sacos, la polea del granero...


Me cuesta resistirme a la tentación de explanarme mucho más, pero esto solo es una pequeña muestra de lo que supuso el montaje de figuras y decoración final. Un montón de horas y de esfuerzo, pero sobre todo un montón de imaginación.

No dejéis de seguir el blog, en las próximas entradas habrá muchos más detalles y anécdotas relacionadas con el Belén de mi nieto.