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Repasa toda la historia de este maravilloso Belén en este blog. ¡Feliz Navidad!

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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Bueyes y mulas, carros y carretas

Una mula cargó con María en cinta desde Nazareth a Belén, y junto con un buey, ambos acompañaron a José y María en el pesebre durante el alumbramiento del Niño Jesús, sólo por ello bueyes y mulas merecen su propia entrada en este espacio.

En la interpretación de el Belén de mi nieto ya no acompañan al Niño, pero han sido tan importantes en la Navidad y en la vida rural, que por ello ocupan su lugar propio allá donde mires dentro del Belén, junto con carros y carretas, compañeros de fatiga inseparables. Este binomio ha sido durante siglos la fuerza bruta que ha movido al mundo y así sigue siendo en muchas latitudes, donde no los han podido sustituir aún por caballos de vapor... aquí tenéis unos ejemplos de el Belén de mi nieto, ¡y no están todos!


El borriquillo mira la escena Familiar, 
pero ya desde fuera del portal.

Este pollino se encarga de acarrear leña.

El asno del gitano va de pueblo en pueblo con la chatarra.

©2010 Percy. Este caballo tira del carro del labrador.
Los "gigantes" son mi prima Yuyi y su hijo Pablo.

Este burro y este carro son del labrador, 
con él lleva el heno hasta la Era del Abuelo.

Platero descansa en el patio, 
mirando a su compañero de fatigas, el carro.


©2010 Percy. El aguador se ayuda de un buey y una mula. 

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La Plaza Mayor II: el mercado

Además de los reales protagonistas del Belén, la Virgen María, San José y el Niño Jesús, una parte importante de los personajes de el Belén de mi nieto se encuentran en la escena de la Plaza Mayor: el mercado.

Una multitud de puestos multicolores alegran las vistas del Niño a la plaza, aunque quizá el bullicio y las voces de la verdulera anunciando su género no le dejen dormir mucho; a decir verdad, las amas de casa que acuden a mercado, están más pendientes del Recién Nacido que de las compras, así que no creo que gasten mucho hoy, hay cosas mucho importantes esta mañana... en ese mismo momento irrumpen en el mercado los tres Reyes Magos, recién llegados desde el lejano Oriente, que traen al Niño respeto, amor y también presentes: Melchor, oro, incienso Gaspar y Baltasar, mirra. Los pastores ya dejaron unos corderitos días atrás.

Los puestos del mercado son una representación de los puestos de cualquier mercado popular:

Vista general del mercado, delante del pesebre
Los cuatro puestos del mercado están hechos completamente a mano por Sagrario, desde los tenderetes y viandas puestas a la venta hasta los cacharros del alfarero. Esos mismos cacharros adornan también la pared de fondo del pesebre.

La hija del labrador pone a la venta todo tipo de legumbres, unos tomates y arroz; es una figurilla hecha por Sagrario, que ha vestido a la niña completamente de rojo ¿os recuerda a alguien?,  la verdulera, a su lado, además tiene patatas, sandías, melones, berenjenas, calabacines, calabazas, zanahorias...

Los productos de la tierra





El puesto de la panadera es el más alegre del plaza, al igual que su traje, muy floreado. Esta figurilla es obra de Pilar, escultora amiga de Sagrario. Este puestecillo lleno de panes de cuatro canteros y de cuadros, barras fabiolas, pastas y sobre todo rosquillas, hace que sea el más popular entre los niños del lugar.

La panadera
Y por último, el cacharrero. La figura no es original, pero el puesto y los cacharrillos de loza expuestos en él están hechos por Sagrario.

El cacharrero

Todos estos personajes, clientes y transeúntes que discurren por la Plaza Mayor, junto con la abundante vegetación del conjunto, son los que realmente dan esa vida al Belén que tanto aprecian todos los visitantes que estos días pasar a verlo.

¡SUERTE CON LA LOTERÍA DE NAVIDAD!



jueves, 16 de diciembre de 2010

Lo más importante del Belén: el Pesebre

Un Belén pierde el sentido sin el Pesebre, lugar donde las Sagradas Escrituras fijan el nacimiento del Niño Jesús y donde se guardaba a los animales por la noche para protegerlos del frío y de los ladrones, es por eso que en la mayoría de las representaciones navideñas actuales del Portal de Belén al Niño Jesús se le pone recostado entre pajas dentro de un "pesebre", con la Virgen María y San José,  y un buey y una mula como anfitriones de la improvisada posada. El pesebre tradicionalmente se suele representar dentro de un portal destechado o en una cueva. Estos matices son importantes dado que solo los más pobres nacían en esas condiciones, entre animales, y el Niño Dios quiso nacer así, dando a toda la humanidad ejemplo de pobreza.

Sagrario, con buen criterio de madre y abuela, quiere para el Niño lo mejor, así que harta de verle entre suciedad y animales, representa el Nacimiento en la mejor casa del pueblo, la casa de piedra en el centro de la mismísima Plaza Mayor, y dentro de una en una preciosa cuna de madera pintada en azul con adornos florales, hecha a mano también por Sagrario, hasta con sus sábanas y puntillas de hilo bordadas.

El conjunto del Portal podría ser la "casa del rico"
La magnífica casa de piedra aloja un gran portal donde expone cómodamente a la Sagrada Familia. La hacienda se encuentra muy adornada e incluso amueblada, en su planta baja, donde descansa el Niño Jesús, se puede ver que no falta detalle: suelo de cerámica, platos de adorno en la pared, un banco donde descansar, la puerta del patio, plantas ornamentales y detrás de San José una alacena repleta de cántaros de agua y vino, cestos con viandas, la vajilla...

Detalle de la Sagrada Familia
Los pastores ya se han ido a sus quehaceres y han dejado como obsequio un par de corderitos que miran con curiosidad al recién nacido, mientras las vecinas se acercan a adorar al Niño y traerle presentes.

Portal de Belén a vista de figurilla, desde el arco de la Plaza
A la izquierda de la escena, una escalera de madera lleva a la planta primera, donde está el salón, que aunque está completamente amueblado, en el montaje prácticamente no se puede apreciar más que la mesa camilla con su mantel a cuadros rojos y blancos y poco más. Delante del salón, coronando el portal, hay una preciosa y amplia terraza con alegres flores y plantas decorativas y un toque muy castellano, una ristra de ajos a secar. También se puede ver una jaula con un canario, que con su cantar calma los lloros del Niño Dios. A través de la puerta de la terraza se puede atisbar, con ojo de lince, un cuadro en la pared, con un retrato del nieto de Sagrario, José Antonio.

Como todas las construcciones del Belén de mi nieto, esta conjunto también está decorado por detrás, cosa que habitualmente no se ve en los Belenes, que suelen estar pensados para ser vistos de frente. En el lado contrario tenemos a la Calle de la Cebada, con el corral de los pavos, que pacientemente esperan a que les llegue su hora... la de la cena.